Debate0en Práctica: La Hacedora. Primera entrega
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Hola David,
Me parecen muy interesantes tus propuestas. La verdad es que me sorprendió la segunda, no conocía el arte invisible y me parece muy complejo. Si de lo que se trata es de jugar con el vacío, con la imaginación y la generación de pensamientos, ¿no seria necesario preparar al visitante para ese espacio? Igual me equivoco, yo en tu proposición al aire libre colocaría en el atril una tarjeta con, por ejemplo: un texto, algo mas que el titulo de la obra. En cuanto a la primera propuesta: veo tu performance en los aeropuertos pero, en el caso de los colegios, como tu indicas, el rechazo y la critica hacia la intervención, puede obnubilar el pensamiento que pretendes generar y me parece muy arriesgado yo buscaría otro espacio mas neutro.
En cualquier caso, sea cual sea la opción que decidas, estaré atenta a ver el resultado. Ánimo.
Un saludo
Hola, David,
Me interesa mucho tu propuesta sobre la escultura invisible. La mayor parte de las veces que algo no se vea materialmente, sino que solo se indique, lo hace más distinguible; y este creo es el caso de tu segunda propuesta.
Utilizar un atril para colocar el cartel es llamativo para quien se lo encuentre, ya que es un objeto que se asocia a la transmisión de información, que en solitario -sin personas alrededor- pide observación y atrae. Por lo que situarlo en espacios públicos transitados puede conseguir lo que buscas sobre la evolución del pensamiento. De hecho, quizás es posible un híbrido entre ambas ideas, colocando los atriles en la puerta de colegios, parques, centros comerciales…
Imagino el texto no como un simple “cartel”, sino que el material sea más firme y esté unido al atril de alguna forma. Aunque entiendo que haces referencia a que sea un taco de carteles para que la gente pueda llevárselos. Por otro lado, la información que contiene es clara y concisa, y esto hace que el mensaje sea más directo. También pienso que puede ser interesante escoger bombas creadas en diferentes países e indicarlo, por ejemplo como “autoría”, como es el caso de España, que actualmente está vendiendo armas al estado de Israel. Quizás esta información, y al situar el proyecto en España, pueda llevar más a la acción o al replanteamiento.
Te deseo mucha fuerza para llevar a cabo este trabajo con una carga social tan grande.
Saludos,
Alicia
Gracias compañeras por vuestros comentarios. Ello me anima a decantarme por la segunda propuesta.
La segunda propuesta es la de erigir una escultura invisible con títulos relacionados con un bombardeo en ése lugar.Con lo cual solo hay que colocar un atril con el título de la obra. Siendo el autor anónimo.
Hay varios temas a comentar,
1.- el título, es lo que te «provocará» el pensamiento.
2.- El autor, sigo pensando que no «debería» hacer falta nominar un autor. Esto lo digo por varias razones, la más potente es la que se pueda apropiar por cualquier artista que lo desee, y así poder expandir el pensamiento a diferentes lugares.
3.- el lugar donde colocarlo. El espacio debería ser lo suficientemente «amplio» para dejar que nuestro pensamiento visualice el bombardeo. Y ser consciente de la posibilidad real que ello suceda aquí y ahora.
4.- Riesgos. Sea cual fuere el lugar que lo coloque ello generará comentarios y quizás potenciales problemas. Dependiendo del grado de estos, se podría llamar «alteración del orden público», que significaría intervención policial y posiblemente judicial, que terminaría en una «multa».
5.- Colocar un atril (sin ninguna inscripción), en distintos lugares, hacer fotografías. Retocar la fotografía y agregarle diferentes títulos. Publicarla en una red social y difundirla…… Es lo último que se me acaba de ocurrir.
Agradezco vuestros comentarios.
saludos cordialísimos,
davidcastro
Algo que quisiera agregar a mi último comentario, es que la «obra» sale del cubo blanco (saco a colación el tema del 2do debate). Donde no queda atrapado o secuestrado el concepto y el mensaje, sino, se expande y se desplaza al exterior a los lugares públicos, a aquellos lugares simples en los que transitamos y vivimos el día a día. Allí es donde quiero llegar. ¿podríamos estar en las mismas circunstancias de las guerras actuales, con las consecuencias en nuestra niñez?, ¿qué podemos hacer, o qué debemos hacer para evitarlo?, que los sucesos de guerra sucedan a miles de kilómetros, estos pueden suceder a unos metros, también.
Otro comentario que he «olvidado» hacer. Que es el de la fecha en el título de la «obra», pone 30 de febrero del 2080. No es un error, es ecrito de manera intencionada. Es cierto, no estamos en esa fecha, y tampoco existirá. Es un ruego a que este hecho no suceda «nunca».
Hola David, me ha encantado la propuesta de realizar intervenciones en lugares como colegios y aeropuertos para concienciar sobre los horrores de la guerra es muy potente. Colocar muñecas manchadas de rojo en estos espacios crea una imagen impactante que nos recuerda el sufrimiento de los más vulnerables durante los conflictos armados. Estas acciones no solo son impactantes, sino que también fomentan la reflexión y la solidaridad entre las personas.